lunes, 8 de agosto de 2011

Tu partida

Te has ido muy lejos, quizás para siempre o tal vez pueda sentir tu cuerpo otra vez.

Miles de kilómetros nos separan, una vida entera.
Quizás deba pensar mi futuro ya sin ti, seguir mi propio camino y alejarte de todo sentir.

Aún así, esperaré tu regreso ansioso, porque has dejado una huella transformada en cicatriz que por más que quisiera no puedo apartar de mí.

Tan sólo me queda esperar tu regreso eternamente, o darle fin a esta vida que sin ti ya no existe.

jueves, 28 de julio de 2011

Esas añoranzas

Tantos seres añorando un mundo mejor, añorando la paz y el amor. Tantos sueños con un mundo diferente y más humano, pero bajo el peso de lo imposible.

Tantas almas derrotadas y afligidas, añorando una sonrisa y un abrazo, no más individualismo y competencia.

Tantos sueños eternos.

Tranquilos. Algún día llegará nuestro tiempo, en donde podamos mirar al cielo, respirar hondo el aire puro, y con una sonrisa sentir los rayos del sol en nuestra cara, en un mundo libre, humanitario y feliz.

lunes, 18 de julio de 2011

Acogiendo el llamado

Un encuentro con lo profundo de nosotros, con lo profundo de la existencia. Despertar los instintos adormecidos y domesticados, despertar los sentidos y volver a sentir. Entrar en contacto con lo primero y lo último, con el origen y el fin. Buscar el primer y el último sentido de mundo. Vivir. Existir. Ser.
Respirar el aliento de los árboles, beber de la sangre de la montaña, enterrar los pies en la tierra húmeda y fértil.
Contemplar la inmensidad del mundo. Volver al todo.

lunes, 11 de julio de 2011

Olla a vapor

Hoy simplemente no pude seguir durmiendo. Llevo varias horas despierto, y es que la desesperación, la tristeza, la rabia, la decepción, tantos sentimientos, tantos pensamientos no me dejan dormir. Mi conciencia no puede más, y en este momento de aflicción, donde la frustración se convierte en inquietud, a lo único que puedo recurrir es escribir, en este mundo de ciegos y sordos, de tuertos y cojos, rodeado de personas que no miran ni escuchan más allá de su metro cuadrado, lo único que me queda es dialogar conmigo mismo.

Son alrededor de las 8:30 de la mañana, y llevo ya varias horas sin dormir. Es sábado 03 de junio del año 2011, vivo en Viña del Mar, Chile, América del Sur. Quizás como siempre, quizás como nunca, hoy el país esta revuelto, vive tiempos tormentosos, lleno de disputas, diferencias, violencias y agresiones, donde cada sujeto trata de sobrevivir, quizás cada uno demasiado enfocado en salvarse, que al final nos encontramos en que “si no ocurre en mi cuadra, no me interesa”, estamos presos de un individualismo, que lo único que logra es desunirnos, alejarnos y sentirnos aún más vulnerables ante el otro.

Los grandes temas (los que yo conozco) que se encuentran en la palestra nacional: Hidroaysén, Karadima, la eterna lucha por la educación, Kodama, las semillas vendidas a Monsanto, y muchos temas que en este momento se me escapan.

A mí personalmente, me llega mucho el tema de Hidroaysén, como todos los temas medioambientales, por lo que en ese sentido, a la vista de muchos debo ser tildado de ambientalista, a pesar de que no pertenezco a ninguna organización medioambientalista o ecologista, creo ser simplemente un ciudadano más con especial preocupación por estos temas. Obviamente Hidroaysén es sólo un ícono, quizás la vedette de la lucha ambientalista, debido a las gigantescas proporciones que ha tomado el movimiento. En este sentido, no sólo preocupa Hidroaysén, sino también Castilla, Barrancones, Pascua Lama, Isla Riesco, Puchuncaví-Quintero, Iquique, Arica, Tocopilla, como el árbol que quieren cortar porque tapa la vista, como la caza de ballenas, el descuero vivo de animales para adquirir su piel, el brutal y desgarrador maltrato a los cuales son sometidos los animales en la producción industrial, las aberraciones que cometen con los animales como objetos de laboratorio, el abuso de los animales como entretenimiento; las patadas, insultos, escupitajos, miradas de desprecio de las que son víctimas los animales, sobretodo perros, que son tirados a las calles y se han visto desprovisto de un hogar, o de un ambiente natural que los acoja, y seguiría un larguísimo etc.

Para alivianar la presión de mi conciencia, me quiero referir a dos puntos, con respecto a la vedette, con respecto a Hidroaysén. Pero quiero ir más allá de los aspectos técnicos, políticos y económicos de los cuales se ha hablado tanto. Quiero referirme un poco a lo que hay detrás de cada palabra, de cada opinión, de cada llanto, de cada grito.

Primero.

Hasta cuando el ser humano va a seguir adelante con su pensamiento basura, con su pensamiento y convicción de que por el hecho de ser humano, tiene derecho por sobre todas las otras especies y sobre la naturaleza en todo su conjunto. Derecho a destruir, manipular, controlar, explotar su medio, medio que les corresponde a todos los seres vivos que habitamos en este planeta. Por si muchas personas no saben o no se han dado cuenta, en el planeta tierra existen muchas más especies que una sola. ¡El ser humano, el animal humano, es uno más de todo el conjunto de seres vivos que habitan este planeta! No por el hecho de ser más evolucionados (en mí parecer por el hecho de tener razón no lo somos, basta con ver todo lo que hemos hecho a lo largo de la historia para darnos cuenta que somos lo menos evolucionado, adaptativo que existe) tenemos un derecho innato a abusar y utilizar los recursos naturales a destajo, muchas veces ni siquiera por real necesidad, como lo haría cualquier otro animal, sino por simplemente funcionar en un sistema de explotación y producción abusivo, en una lógica de mercado, donde todo se convierte en un producto para ser consumido y desechado. He escuchado a ciertas personas decir que hemos recibido una especie de don divino que nos da derecho a desarrollarnos y consigo causar todas estas atrocidades que se cometen a diario. Patético. ¡Basta ya de ese narcisismo especista! Todos los seres vivos valemos lo mismo (Valor, otra palabra emblema de este sistema de destrucción). Ningún ser está por encima de otro. Todos pertenecemos al mismo planeta, todos habitamos el mismo lugar, y por lo mismo todos debemos vivir en armonía. El ser humano es un animal, es parte de la naturaleza. Basta de esa oposición estúpida y sin sentido, de los humanos por un lado y en la contraparte la naturaleza, lista para ser explotada, destruida, abusada, para ser dominada. ¡El ser humano es naturaleza! Cómo tan poca conciencia, cómo tan egocéntricos, cómo tan ignorantes y desconectados con nuestro ser, con nuestro mundo y los que nos rodean. ¡Basta de mirarnos el ombligo! Un perro, una mosca, una planta, un elefante, un jurel, un molusco, son seres vivos igual que cualquier ser humano y por lo tanto, ¡tienen el mismo derecho a la vida y al respeto como todos nosotros! No más abusos contra aquellos que no tienen voz para ser escuchados, contra aquellos que no tienen cómo defenderse ante esta monstruosidad llamada especie humana. Es inadmisible que la gente siga creyendo que los peces no son animales, ¿¡qué clase de pensamiento es ese!?

Todos los seres vivos, sean animales o plantas merecen el mismo respeto y consideración, el mismo derecho a la vida. Somos parte de un todo, ¿no somos conscientes que lo que le pase a este planeta y sus seres, es lo que nos va a pasar a nosotros mismos? Si deforestan todos los bosques, ¿qué oxígeno vamos a respirar? Lo siento para todos aquellos ilusos, pero yo aun no veo en los supermercados botellas de oxígeno para poder respirar. Tenemos el mismo destino que los árboles, si ellos desaparecen, nosotros desaparecemos. ¿Acaso la burbuja en la que vivimos no nos hace darnos cuenta de esto tan simple y tan obvio?

Claro tenemos la facultad y el deber de desarrollarnos, pero claro, ¿de qué desarrollo estamos hablando? ¿De un desarrollo en cifras, en números, no se han dado cuenta que el número es una abstracción? No se pueden ver, ni oler, ni tocar, ni comer. ¿Hasta qué punto este desarrollo se traduce en una mejor calidad de vida? Sin un mundo donde vivir, difícilmente seremos desarrollados. Y me pregunto ¿qué precio vamos a pagar por esta obsesión del desarrollo?

No podemos ser más ingenuos, y tenemos que entrar en contacto con la naturaleza, y volver a ser parte de ella, interactuar con y dentro de la naturaleza, y no contra ella. Debemos volver a sentir, sentirnos parte de este mundo, sentirnos hermanos del ser que tengo a mi lado, sentirme uno solo con el pasto que estoy pisando, uno solo con el río del cual estoy bebiendo, uno solo con el aire que estoy respirando, uno solo con el fruto que estoy comiendo, uno solo con el perro al cual le hago y me hace cariño, uno solo con el viento. Uno solo con el mundo, con la madre tierra.

Si no tomamos conciencia de nada de esto, lo único que nos espera es el fin de todo, el fin de todo lo que alguna vez tuvo vida.

Segundo.

Y ahora yo me pregunto ¿por qué el movimiento por Hidroaysén ha sido tan grande, potente y masivo?

Creo que los que salen a las calles, los que llenan las redes sociales, no son todos medioambientalistas ni ecologistas, como mencionan los medios, sino la mayoría son ciudadanos como cada uno de nosotros.

Pero lo que pasa es que la gente está cansada de abusos, de injusticias, de destrucción y muerte, del sacrificio de muchos por el beneficio de unos pocos. Porque se ha dado cuenta, de que el gobierno no es del pueblo, para el pueblo, ni por el pueblo. Simplemente la clase política hace lo que quiere y el beneficio de la gente es lo último que se toma en cuenta. La gente está cansada de la corrupción y del abuso. Está cansada de que su voz y su opinión no sea escuchada, ni tomada en cuenta. Está cansada de una democracia ilusoria. Está cansada de que el lucro es lo que prima es todas las ocasiones. Ya no aguanta ser despojada de todo lo que le pertenece, tierras, agua, semillas; cosas básicas para la supervivencia de todo ser vivo. Está cansada de que ningún derecho básico sea respetado. Está cansada de que nuestro país se esté vendiendo, y nadie vea ningún beneficio concreto. Está cansada de que la vida haya perdido todo sentido, y de que esté pauteada desde nuestro nacimiento a nuestra muerte. Está cansada de que se haya perdido todo respeto, toda consideración por el otro. Está cansada de un mundo basado en un consumismo irracional, que nos llena las manos pero nos deja cada vez más vacío interiormente. Está cansada del individualismo y la competencia, ya no quiere pelear y competir con el del lado, ya no lo quiere ver como un eventual enemigo, sino como un amigo, con quien compartir, jugar y disfrutar. Está cansada de valores sociales fuera de toda lógica. Cansada de una televisión que cada minuto nos agobia y estresa; y nos recuerda lo gordo y feos que estamos, las bacterias que no hemos eliminado, el auto y las joyas que no hemos comprado para alcanzar el estatus que merecemos; en definitiva de una televisión que nos hace sentirnos mal con nosotros mismos y con quienes nos rodean, que en definitiva contamina nuestras conciencia y moldea nuestra subjetividad acorde a lo que el sistema mercantil requiere.

La gente está cansada, agobiada y no aguanta más; y mientras las cosas no cambien, seguirá saliendo a las calles a demostrar su descontento con el mundo y con la vida, porque si hay unos pocos (y cada vez más) que están teniendo conciencia de que el mundo y la vida están en crisis.

Ya ha pasado varias horas que llevo sin dormir, pero luego de este desahogo mi consciencia está un poco más tranquila. Pero estoy seguro, que pronto surgirá nuevamente esa desesperación por una vida y un mundo que se acaba poco a poco, y que ve muy lejanamente un mundo mejor.

Hay momentos me da asco y vergüenza pertenecer a esta especie, pienso que el ser humano es lo peor que le pudo pasar a este mundo, que la evolución cumplió su sentencia de muerte dejándonos existir. El animal humano ha perdido toda nobleza y todo respeto; y muchas veces he pensado que el ser humano debería extinguirse y dejar tranquilo este mundo que tanto mal le ha hecho.

En otros momentos me siento con fuerzas y energías para seguir luchando para hacer de este mundo un mundo mejor. Al ver un cachorro jugando con un bebé, al ver una madre alimentando con su pecho a su hijo, al ver una pareja amándose, al ver a la abeja polinizando la flor, al ver al pequeño pichón lanzarse por primera vez al aire, al ver a delfín saltando y acompañando en su viaje a esos mismos que los matan despiadadamente, al ver tanto amor y hermosura en la naturaleza, me dan ganas para seguir adelante, para seguir luchando, y tratar de que con mi voz y mis actos darle voz y representación a todos aquellos inocentes que no pueden decir basta, que no pueden decir un no, que no pueden reclamar sus derechos, que tan sólo pueden huir atemorizados, o dar un grito de dolor y una mirada de tristeza y desesperación cuando aquel ser erguido en dos pies tiñe su cuerpo con sangre y apaga la luz de su vida.

viernes, 1 de julio de 2011

Lo entiendo como un acto de amor

Hoy en mi escuela se estaba evaluando si nos adheríamos a las movilizaciones estudiantiles nacionales paralizando las actividades, tomando en cuenta que ya estuvimos un mes en toma debido a una lucha interna con lo cual logramos la renuncia de la directora, la reincorporación de un compañero expulsado injustamente y lo más trascendental, la triestamentalidad, democratizar nuestra escuela. Por otra parte, dadas las contingencias nacionales sobre la crisis de la educación chilena, todas las carreras de nuestra universidad están tomadas o paralizadas, donde ya llevan un mes y una semana aproximadamente en esta situación.

En el claustro triestamental se iba a discutir y posteriormente votar cómo nos movilizaríamos. Todos estaban de acuerdo de que la educación de mercado ya no puede seguir y que la educación gratuita y de calidad es el objetivo superior. Se procedió entonces a la votación, primero se voto si paralizábamos o no, ganando la paralización por amplia mayoría, luego se procedió a votar la modalidad del paro, las opciones eran: 1) paro indefinido, 2) paro focalizado con clases en la mañana y actividades en la tarde y, 3) paro dos días a la semana. Finalmente la opción escogida fue la de paro focalizado.

El problema supuestamente era que la mayoría no participaba de las instancias de discusión y de trabajo con respecto a la movilización debido a que todos estaban agobiados con la carga académica, llenos de trabajos, pruebas, clases, ayudantías, etc. Algunos argumentaban que para movilizarse y participar no necesariamente había parar las actividades académicas, sino que se podía idear una forma de complementar las actividades académicas junto con la adhesión y participación de las instancias de movilización.

En contraparte, para los partidarios de paro indefinido (me incluyo) era una contradicción estar movilizado en contra del sistema educacional y al mismo tiempo estar reproduciéndolo asistiendo a clases, para mí es un sinsentido y la postura del paro focalizado es “ni chicha ni limoná”.

Se apreciaba el miedo de una parte de la comunidad estudiantil de perder más clases por el hecho de que ya estuvimos parados cerca de un mes (lo mismo que lo que las demás carreras llevan ahora movilizadas) y por lo tanto perder el semestre, el año, las vacaciones, etc. Ligado a esto también se argumentaba el hecho de que los estudiantes que no viven acá, implicaría más gastos a las familias durante ese tiempo extra de verano, además de que se estaba pagando por una educación y que se quería aprovechar ese gasto, pero ¿no estamos luchando justamente para que estas cosas no ocurran, para tener una educación donde no haya que endeudarse y que las familias no se desangren para poder pagar la educación de sus hijos? Es cierto, todo lo anterior es un gran sacrificio, pero sin sacrificio no hay victoria, nadie nos va a regalar nada, y si queremos triunfar hay que asumir las responsabilidades y con eso sus consecuencias, sus sacrificios. Los compañeros de las otras carreras van a sufrir las mismas consecuencias pero están firmes y dispuestos a asumir las consecuencias que conlleve las movilizaciones. No podemos ser menos.

A mí parecer falta superar el individualismo, basta de pensar solamente en los beneficios y costos que me va a producir la movilización (y todo en general), porque a todos nos va a afectar. Personalmente creo que esto es un acto de generosidad, es un acto de amor para con todos aquellos que se está luchando. Yo estoy dispuesto a perder un año de mi vida, un año de mis estudios si es que es necesario por un bien mayor, por un bien que va a beneficiar a toda la sociedad, a cada uno de nosotros, a hermanos, sobrinos, hijos, nietos, etc. ¿Si te dijeran que mañana la educación fuera gratuita y de calidad con la condición de que pierdas un año de estudios, no lo harías? Pero la realidad no es tan simple y fácil. ¡Para conseguir las cosas hay que luchar por ellas!

Hay que aunar fuerzas y entre todos sacar esto adelante, y entre nosotros mismos apoyarnos. Si en el verano un compañero no puede pagar el arriendo, los que son de la zona pueden acogerlo en su casa (juntos podemos construir soluciones), si estamos juntos todos en esto, nos podemos apoyar entre nosotros y salir adelante.

Hago el llamado a luchar por esta causa justa, a romper las barreras del individualismo y velar por intereses superiores más que los propios, ya que nos va a beneficiar a todos. Pero para esto hay que estar dispuesto a aceptar y asumir los sacrificios que entre todos, los podemos sobrellevar apoyándonos unos a otros.

Ahora más que nunca tiene que primar el amor.

jueves, 19 de mayo de 2011

Este mundo que se acaba a pedazos

En este mundo que se acaba a pedazos. Rodeados de destrucción, de agonía y de muerte.
¿Qué me hace seguir de pie? ¿Por qué no huyo de esta desesperación, de este dolor, de esta decepción?
¿Es que nadie se da cuenta? Nos estamos aniquilando unos a otros, nos atropellamos, nos odiamos, nos humillamos, nos negamos, nos objetivamos, nos matamos,
nos deshumanizamos. No queda humanidad, sólo un yo y otros (objetos). Ya no hay sociedad, sólo un individualismo feroz,
que arrasa familias y amistades, nada queda, tan sólo enemigos, obstáculos a los cuales pasar, vencer, destrozar, masacrar, eliminar.

¿Qué hemos creado? ¿Cómo hemos llegado a esta máquina neoliberal monstruosa que todo lo arrasa, que nada respeta, que todo lo valoriza en una suma monetaria?
¿Cómo aún sigo vivo en este mundo que da sus últimos respiros?
Impotencia, dolor, odio me inundan. Todo se ha acabado. Nuestra falta de conciencia y respeto por los demás - sean hombres, animales o plantas -, por la vida, a destruido todo.

Parece estúpido y sin sentido, pero...
¡Amo este mundo! ¡Te amo a ti, mi madre bella!

Por eso seguiré resistiendo.
Y seguiré luchando hasta que se destruya el último bosque de la faz de la tierra, hasta que todos los ríos sean contaminados y no exista ninguna gota de agua pura.
Hasta que exploten la última montaña de aire fresco, hasta que no quede fruta que saborear, hasta que el humo no deje al sol la tierra calentar.

Seguiré luchando hasta que terminen de usurpar el último pedazo de tierra donde mis pies se puedan posar.
Hasta que tus ojos no me iluminen más.

Pero seguiré de pie, firme, porque siento que no seguirás tranquila. Siento que te alzarás y ¡te defenderás!
Seguiré de pie hasta ver la gran revolución, la reivindicación de todo tu gran ser, mi amada Madre Tierra.
Porque eres más sabia y poderosa que cualquier hombre de traje y corbata sumido en la avaricia.
Tu respuesta no se dejará esperar, y llegará la última batalla de esta larga guerra de destrucción, inconsciencia y desamor.
Llegará el día donde las raíces destruyan el concreto, donde los ríos inunden y retuerzan los fierros, donde las olas cubran y limpien todo.
Entonces la nueva semilla germinará, limpia, pura y sana.
Y la avaricia y la inconsciencia desaparecerá, y el hombre pagará por alejarse, por negar, por destruir a su madre, a quién le dio vida y una cuna donde vivir.
Ahí estaré, listo y feliz, para volver a tu seno, para volver al todo desde el cual alguna vez me desprendí.
Ahí estaré, listo, para volver a ti.

martes, 10 de mayo de 2011

¿Porqué rechazar Hydroaysén? Tomás Mosciatti

Un vídeo que explica calaramente algunas razones de por qué el proyecto de Hydroaysén es un crimen ante la vida, la justicia y la verdad.



CARTA ABIERTA AL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DON SEBASTIÁN PIÑERA

Señor Presidente:
Con el respeto que me merece su persona y su investidura, me permito en mi calidad de ciudadano libre de compromisos políticos, empresariales e institucionales, plantearle algunas preguntas y un comentario en relación al megaproyecto Hidroaysén, próximo a ser votado en cuanto a su factibilidad.
Preguntas:

¿Está usted dispuesto a cargar en su consciencia el que bajo su presidencia se haya aprobado el más brutal Megaproyecto de la historia de Chile, en cuanto a sus devastadores impactos ambientales, sociales y culturales?
¿Imagina usted el infierno de impacto social y cultural que significará para los asentamientos humanos de la región vivir diez o doce años rodeados de megamaquinarias y de miles de trabajadores no locales destruyendo y devastando su entorno, su cotidianeidad, sus costumbres y su tranquilidad familiar? ¿Está usted dispuesto a cargar eso en su consciencia?
¿Piensa usted que una línea de transmisión de 2.300 kilómetros con torres de 70 metros de altura (equivalentes a edificios de 20 a 25 pisos) cada 400 metros, que, según análisis preliminares basados en peticiones mineras realizadas por y para los interesados, fragmentaría 6 parques nacionales, 11 reservas nacionales, 26 sitios prioritarios de conservación, 16 humedales y 32 áreas protegidas privadas, es algo liviano como para cargas en su conciencia?
¿Ha pensado usted que una franja de 2.300 kilómetros de largo por 100 metros de ancho para instalar las torres, significan 23.000 hectáreas de total deforestación? Cuatro veces más que las presuntas hectáreas que serán inundadas por las represas
¿En adición a lo anterior, ha reflexionado usted sobre la descomunal destrucción de naturaleza que significará trasladar, desde unos pocos puertos, 5.750 torres de esa magnitud a su lugar de emplazamiento? ¿Vale la pena eso en la consciencia?
De concretarse la construcción de dicha línea, Chile podrá sentirse “orgulloso” de haber generado la cicatriz más grande del planeta. ¿Cabría tal “orgullo” en su conciencia?
Es un hecho que, a pesar de la desinformación, la publicidad maliciosa, las presiones y las tácticas de seducción locales a través de regalitos realizadas por la empresa, una clara mayoría ciudadana se manifiesta contraria al proyecto. ¿Siendo nuestro país una presunta democracia, cabe en su conciencia que esa ciudadanía que hizo posible que usted fuera Presidente, no sea respetada?
Muchos sabemos, y desde luego usted también sabe, los múltiples vicios que se han cometido en el Estudio de Impacto Ambiental. No sólo el haber despreciado e ignorado totalmente la participación y las observaciones ciudadanas que la ley garantiza. Ha habido mentiras, descalificaciones y adulteraciones de todo tipo, que resultan inaceptables para una ciudadanía responsable y preocupada por un futuro digno para el país. El resultado final, de aprobarse el proyecto, sería el de constatar una vez más, que vivimos en un país que practica toda clase de rituales democráticos falsificados y enmascarados, de tal manera que el poder y el dinero acaben siempre siendo los vencedores. ¿Estría usted dispuesto a corroborar esta verdad con su conciencia?
El hecho de que la construcción de las represas se presente como un proyecto distinto y separado del de la línea de transmisión es no sólo una bofetada al sentido común, sino una grave ofensa a la inteligencia ciudadana. La más elemental honestidad y transparencia institucionales (de que tanto se habla como propósito del gobierno) obligaría a evaluar lo que realmente corresponde; es decir un solo proyecto que incluye represas y línea de transmisión. El hecho que no se haga como corresponde es obvio. El rechazo del proyecto sería casi seguro. ¿Está usted dispuesto a legitimar este tipo de truco en su consciencia?
Comentario.
Permítame aclararle, señor Presidente, que no soy un “terrorista ambientalista” ni un fundamentalista fanático. Tengo un prestigio internacional bien ganado y consolidado como intelectual que ha trabajado en el diseño de alternativas económicas y de desarrollo que eviten los desastres locales y globales que estamos experimentado tan duramente en las últimas décadas. Para mi, respeto a todas las formas de vida, amor a la Naturaleza, belleza, felicidad, dignidad, bienestar y calidad de vida, son componentes que no pueden ni deben estar marginados del concepto de desarrollo. Es más, sostengo con toda mi fuerza que ningún interés económico, bajo ninguna circunstancia, puede estar sobre la reverencia por vida; de todas las manifestaciones de la vida. ¿Cuántos de estos principios respeta el monstruo de Hidroaysén?
Usted ha manifestado en múltiples oportunidades que Chile está próximo a ser un país desarrollado. ¿Cómo entiende usted el desarrollo? ¿Se trata de alcanzar un determinado PIB per capita? En mi opinión se trata de cumplir con las condiciones que acabo de enumerar. Y para cumplirlas nos falta mucho, muchísimo señor Presidente. Desde luego que favorecer proyectos como Hidroaysén, que prioritariamente contribuyen al enriquecimiento de corporaciones trasnacionales que no le deben ninguna lealtad a Chile, nos aleja aún más del verdadero desarrollo que necesitamos.
Aún cuando no existe entre usted y yo una amistad profunda, hemos mantenido cordiales relaciones personales desde hace muchos años. He apreciado su inteligencia y sus capacidades. Del mismo modo me fui formando la impresión de que usted era uno de los pocos políticos sensibles al medioambiente y amante de la naturaleza. A pesar de que no voté por usted, me sentí contento de que tendríamos un Presidente capaz de concebir un desarrollo armónico entre economía y Naturaleza. Me apenaría mucho, no sólo por mí, sino por usted, el poder haberme equivocado.
Hago votos, señor Presidente porque inicie usted un diálogo profundo con su conciencia. Quienes realmente amamos la notable belleza de nuestro país sinceramente lo esperamos.
Saluda a usted cordial y respetuosamente,
Prof. Dr. h. c. Manfred Max-Neef
Ex Rector
Director Instituto de Economía
Universidad Austral de Chile

lunes, 4 de abril de 2011

Mi utopía de educación

Desde que el ser humano se estableció para formar la vida en sociedad, la educación ha sido el pilar de la supervivencia del sistema de vida, a través de la enseñanza de las tradiciones, las pautas culturales, los oficios, etc., por parte de los ancianos cargados de sabiduría encargados de pasar estos conocimientos a las nuevas generaciones. Avanzando en la historia la educación se institucionalizó y se constituyó como un subsistema propio, a su vez, interrelacionado con los otros subsistemas (político, económico, social, cultural, etc.) para formar parte de un sistema global.

La educación al formar parte de un sistema global, en el que todas sus partes funcionan en concordancia en un gran entramado, está subordinada a la supervivencia de ese sistema. Por lo mismo podemos ver que la educación actualmente se concentra en producir sujetos funcionales al sistema, lo que se traduce en sujetos productivos, pasivos, sin conciencia de sí mismos y su alrededor, expertos en un consumismo empedernido e irracional, con un endiosamiento sobre lo material, y como valor fundamental el individualismo y la competitividad. Esto es así ya que está acorde a la ideología neoliberal que domina al mundo. Dentro de este marco la educación promueve y promete el camino al éxito, a la consagración profesional y económica, basado en un éxito que se traduce en la superación y derrota del prójimo, donde cada persona ajena a uno se transforma en un rival más. La educación en este sentido, al estar al servicio de los centros de poder, se transforma en el mecanismo de excelencia de la homogenización de la sociedad, se estandariza a las personas junto con sus sueños y deseos. Se enseña la visión de mundo que más le acomoda y conviene al sistema imperante, se plantean los límites al pensamiento y se enseña lo que es correcto o incorrecto, bueno o malo. En definitiva, se moldea el sujeto que más le conviene a un sistema basado en la explotación, deshumanización, injusticia, crueldad, favorable a unos pocos, y desfavorable a la mayoría, en definitiva a un sistema totalmente basado en la irracionalidad.

De esta forma el sistema educacional en su función homogeneizante y aturdidora reproduce una concepción bancaria en su proceso de enseñanza. De esta forma se promueve un conocimiento absoluto y estático, que se adquiere mediante la transmisión por parte de aquellos sabios conocedores de la verdad a los educandos en su posición de ignorantes. Mediante este proceso de opresión se embrutece, se restringe el pensar y la reflexión, y se forma el sujeto pasivo falto de una conciencia crítica. De esta forma la educación refleja y reproduce la estructura del poder.

“La educación como práctica de la dominación que hemos venido criticando, al mantener la ingenuidad de los educandos, lo que pretende, dentro de su marco ideológico, es indoctrinarlos en el sentido de su acomodación al mundo de la opresión” (Freire, 1970).

Es así como bajo este panorama no es de extrañar que cotidianamente se vivan sucesos como el de Hans Giebenrath que Hermann Hesse nos relata en su Bajo las Ruedas. (Hesse, 1906).

El sentido que para mí debería tener la educación dista mucho de lo que ocurre actualmente. De partida mi utopía educacional no se aplica a un sistema como en el que nos encontramos. En principio no estaría al servicio del sistema, no respondería a ser el proceso para formar simples productos necesarios para mantener el funcionamiento del sistema. Mi perspectiva es totalmente distinta.

Para mi la educación debería ser un proceso que dura toda nuestra vida, ya que toda nuestra vida estamos aprendiendo nuevas cosas, como dice el refrán “cada día se aprende algo nuevo”. Pero por sobretodo la educación debe servir como una herramienta facilitadora para poder ayudar a que cada sujeto desarrolle sus propias potencialidades determinadas por sus sueños e intereses. Sería una búsqueda individual pero que sea hace en relación y con todos. Las distintas inquietudes que a cada uno le van surgiendo a lo largo de la vida, deberían ser desarrolladas por cada sujeto. Es decir, cada sujeto se podría desarrollar en el arte, en el deporte, en las ciencias, en la literatura, en distintos oficios, etc., pero más que por una necesidad vital de tener con que en la adultez poder subsistir mediante un empleo, sea una búsqueda a nivel cultural, espiritual, físico, mental, etc., en definitiva, que abarque todas las distintas potencialidades que cada sujeto tiene.

En esta búsqueda que en principio es individual – ya que satisface las inquietudes que cada uno tiene –, el camino por el cual llegar al conocimiento, a un estado desarrollado del sujeto, debe ser en contacto con los otros. Nadie puede aprender en soledad, ya que el conocimiento es construido por todos los actores sociales, el conocimiento se construye en sociedad. La educación cumpliría una función liberadora del sujeto, ya que el sujeto sería libre para seguir su propio camino, su propia senda. De esta forma no debería existir, como pasa hoy en día por ejemplo, que muchos estudiantes elijan ciertas carreras o profesiones debido a la retribución económica que tal profesión otorga, sino que se elegirían (entendiendo de que existiría en mi utopía establecimientos educacionales) simplemente por inquietudes propias, por las distintas cosas que a las personas las motiva e interesa. Es así como las personas podrían pensar y problematizar sobre sus propias vidas, sobre lo que les gusta y lo que no, lo que les atrae y no, en definitiva lo que quieren para sus vidas.



jueves, 17 de marzo de 2011

Pasado el mediodía

Me tomo un momento pasado el mediodía y me siento en una banca a observar. Veo el ritmo agitado del día, la ciudad en constante movimiento.
Los bultos que hace un momento se movían a mi alrededor retoman la apariencia de personas, humanos de carne y hueso, con pensamientos y emociones.
Como hormigas se mueven sin parar, de un lado a otro. ¿Adonde se dirigirán? ¿Qué es lo que los hace moverse de un lado a otro? ¿Cuál es la energía que los impulsa?

Pasan como inertes unos al lado de otros, como obstáculos más que como personas, cada cual con su historia, sus alegrías y penas propias. ¿Cuántas historias habrán tras cada rostro inexpresivo?
¿Cuántas historias habrán entre las paredes de cada edificio o cada casa? Cuantas cosas que nunca sabremos, cuantos pedazos de historia olvidados para siempre. Simplemente por ser vividos por gente común y corriente, insignificante dirían algunos. No como los denominados famosos, ¡esos si que importan! Imágenes construidas para saciar el vacío interior en cada uno de los televidentes, para que vivan a través de otros las grandes historias, grandes aventuras que en sus vidas les es imposible llevar a cabo. Eso sólo pasa en la televisión.

Personas caminan riendo, otras sentadas solas en una banca sufren su dolor, invisibles para el resto. Felicidad, tristeza, amor, odio, vida y muerte.

De repente las personas comienzan a difuminarse y vuelven a convertirse en objetos andantes.
Se me hace tarde. Me levanto y sigo caminando.

lunes, 10 de enero de 2011

In Vain - On the Banks of the Mississippi

Esta canción me encanta. Tiene uno de los solos de guitarra o punteo (no soy muy conocedor de los términos musicales), que más me transportan. Es un placer que es difícil explicar con palabras. En ese momento tan sólo puedo cerrar los ojos y dejarme deleitar por la corriente de energía que recorre mi cuerpo y al mismo tiempo me transporta a dimensiones alternas. Hermoso. Puede comenzar desde el minuto 5 o del minuto 6 o el clímax desde el minuto 6:30.


domingo, 9 de enero de 2011

Plantando un Árbol

Abramos la dulce tierra
con amor, con mucho amor;
es éste un acto que encierra,
de misterios, el mayor.

Cantemos mientras el tallo
toca el seno maternal.
Bautismo de luz da un rayo
al cono piramidal.

El Señor le hará tan bueno
como un buen hombre o mejor;
en la tempestad sereno
y en toda hora, amparador.

Te dejo en pie. Ya eres mío,
y te juro protección,
contra el hacha, contra el frío
y el insecto, y el turbión.

A tu vida me consagro;
descansarás en mi amor.
¿Qué haré que valga el milagro
de tu fruto y de tu flor?


Gabriela Mistral (1889 - 1957)

viernes, 7 de enero de 2011

Una noche en un bosque

Todo está oscuro. No hay luna llena que ilumine la noche, ni estrellas que guíen mi camino. Las copas de los inmensos árboles bloquean cualquier último indicio de luz que pudiera iluminar algo. Completa oscuridad.

Todo está en silencio. El bosque se halla dormido. No hay grillos que con su cantar me rodeen, ni lobos que a lo lejos con su aullido me paren los pelos. Ni viento que agite las ramas con su sonido cautivante. Ni siquiera se hace presente el frío de la noche, para que como último sonido posible, mis dientes castañeteen. Nada. Tan sólo un completo silencio.

Sentado en este tronco, hundido en lo más profundo del bosque, perdido en la nada, sin ningún estímulo que me altere, me adentro en mí. Un viaje complejo, quizás más tétrico y peligroso que cualquiera que pudiera efectuar en el mundo exterior. Aún así, logro esquivar todos esos pensamientos tortuosos, complejos, que con tan sólo un momento que se hagan presentes en mi consciencia estaría perdido. Llego donde quería llegar.

Me encuentro con su imagen, nítida pero borrosa al mismo tiempo, esa sensación de saber qué tengo delante, pero no poder enfocarme en ningún detalle. Tan lejos y tan cerca al mismo tiempo. Y al pensar en esto, un miedo me invade, un terror que me desespera. ¿Y si poco a poco su recuerdo se va desvaneciendo? ¿La olvidaré por completo algún día? ¿Llegará un momento en que no pueda recordar su cara?

Quizás su recuerdo se debilite, ya no recuerde su cuerpo, su rostro, su pelo, incluso su nombre. Pero la llama en mi corazón nunca se extinguirá - las cicatrices quedan por siempre - la sensación de felicidad que ella me dio alguna vez seguirán presentes. Porque a pesar de que ella ya no exista más, al amor no le interesa, él es ciego y sordo, tan sólo se alimenta de sensaciones y emociones. Ya no importa si está muerta o viva, el amor, mi amor, trasciende todo eso. Yo la amé, yo la amo, y nada más importa.

De repente, despierto asustado. Una luz me llega directo a los ojos. Me muevo y veo el haz de luz que escurridizamente se desliza entre las ramas de los árboles. El sol está saliendo. Ya amanece y otro día comienza.

sábado, 1 de enero de 2011

Termina uno y comienza otro

Hace una hora aproximadamente comenzó un nuevo año. Muchos al final de año realizan reflexiones, autoevaluaciones, etc., con respecto al año que ya ha pasado. En este momento me dieron ganas de hacer una - ya que no lo hice antes - mientras muchos están carreteando o pasándola bien. No es que yo lo esté pasando mal, no me desagrada mi compañía, y nunca me han agradado mucho los eventos multitudinales. Mientras la mayoría disfruta, casi como desahogo de todas las penurias y sacrificios vividos durante el año, hay otros en cambio que en estos mismos momentos se encuentran solos, quizás no porque quieren, sino porque no tienen con quien pasar estos momentos. Gente que no tiene nada, apenas tiene un techo y qué comer, pero que con esfuerzo quizás trabajaron (si es que tienen trabajo) algunas jornadas extras para poder esta noche comer algo que destaque sobre el té y un pan. Gente que en este momento trabaja, tanto por opción propia, para juntar plata extra para las vacaciones o lo que quieran, como gente que lo hace por necesidad, para ayudar al sustento de la casa, para poder tener que darle de comer, vestir y abrigar a sus hijos y familia. En mi caso estoy ahora sentado frente al computador, porque preferí pasarlo y estar hasta las últimas con mi familia, mi hermana, mi hermano y mi madre. Al final esa es mi familia, al menos la nuclear, con quien convivo la mayoría del año, con quien comparto la comida, la casa, el hogar. Creo que se merecían esto, quizás ellos no lo pedían, tal vez nunca lo sepan, pero para mi es significativo y es lo que me importa.

Como evaluación del año, está claro que para el país fue un año malo, negativo, mucha gente lo recordará así. De hecho leyendo pequeñas reflexiones todos concuerdan en lo mismo, basta con decir "terremoto", "mineros", para que todos entiendan, pero no hay que olvidar otras cosas que quizás la mayoría no es consciente, simplemente porque la televisión no lo "creo" en nuestra realidad, pero a pesar de este bloqueo desinformativo, si estuvieron presentes en nuestro país como puntos negativos, menciono: "mapuches", "pascuenses", "privatizaciones" varias (agua por ejemplo), etc.
Menciono algunos desastres internacionales que son importantes para nuestro planeta como casos negativos del año como: "Terremoto de Haití", "Derrame de petróleo en el Golfo de México", por decir algunos. (El no ver televisión - casi nunca - me pasa la cuenta en estos momentos).

Personalmente, no me atrevo a categorizarlo como un año bueno o malo, sería demasiado reduccionista y absolutista, lógicamente como todas las cosas hubo cosas buenas y malas. Tuve muchos planes, de los cuales en algunos funcionaron muy bien otros no tanto como hubiera deseado y otros que no funcionaron para nada. Destaco mi participación en las ayudantías de las cátedras que participe, primero nunca pensé que sería ayudante de algún ramo cuando entré a la universidad, el hecho de tomar dos de una vez ya era un desafío. De estas experiencias aprendí mucho y me desarrolle bastante también, lo cual me condujo además a exponer en un congreso, lo cual tiene bastante valor personal en cuanto a un desafío. Participe también en el centro de estudiantes, quizás aquí fue uno de mis puntos bajos, pienso que no di la talla, al menos como me hubiera gustado hacerlo, quizás el involucrarme en muchas cosas me pasó la cuenta. Algo que rescato de esto, fue el levantamiento del Centro Estudiantil de Estudios Sociales, CEES, fue una buena experiencia, a pesar de que faltaron ciertas cosas, que espero poder mejorar este año. También participe en la selección de fútbol de mi universidad, lo cual fue bastante sacrificio, cada día de entrenamiento llegaba cerca de las 11:30 de la noche a mi casa, lo cual gastaba mucho tiempo, energías, recursos, etc. Pero lo disfrute, me hizo feliz estar cerca del fútbol este año. Después de tanto tiempo lejos de él, volver a jugar y entrenar regularmente fue gratificante y me dio esa alegría mágica que entrega el fútbol.
Muchas cosas hice, sobretodo la mayoría ligado a actividades en la universidad, pero creo que lo más importante de todo, se relaciona un poco con esto pero muy indirectamente. Lo que más rescato de este año fue haber encontrado el amor (suena cursi, pero es verdad). Conocí (en profundidad) a una persona hermosa que hoy tengo la dicha de tener a mi lado, de poder compartir el día a día con ella, compartir sueños, ideas, pensamientos, momentos felices como también tristes y duros, pero siempre con su compañía y su amor. Debo admitir que me hace feliz y me siento afortunado por compartir mi vida con ella.

Justo en este momento la tengo lejos, y la extraño, me encantaría poder estar con ella ahora, pero no siempre se puede tener todo lo que se quiere (en un sentido totalmente realista, ya que en cuanto a los sueños y deseos; el "querer es poder", etc., no van acá. Me refiero a otra cosa, me refiero en un sentido pragmático). A pesar de eso, sé que ella estando lejos, si estoy con ella, si estamos juntos, en el deseo y en el querer, en el amar, y al fin eso es lo importante para mí. Una compañera de vida no necesariamente tiene que estar físicamente presente, tiene que estar en tu corazón, en la profundidad de tu ser.

También rescató todo lo que tuve que hacer ¿para conquistarla?... mmm no, quizás más para convencerla y poder hacer que a ella se le desaparezcan los miedos, miedos que son totalmente normales, humanos, pero que muchas veces nos privan de una felicidad inmensa que nosotros mismos nos negamos a vivir. Fue valiente y se atrevió, y creo que valió la pena. Estoy agradecido de eso y de ella eternamente. Todo ha sido maravilloso, como nunca lo pensé. Pasé por frustraciones, penas, rabias, sentimientos de injusticia, pero pude más y el sacrificio dio sus frutos. No me equivoqué y ambos lo sabemos.

Quizás este sea el último año nuevo (o quizás el siguiente), ya que el 2012 se acaba el mundo... Fuera de bromas, espero que este año sea feliz y bueno para toda la gente, lamentablemente sé de antemano que no va a ser así, la vida no es así. La vida es de momentos, tristes y alegres, justos e injustos, victoriosos y con sabor a derrota, de errores y de aciertos. Sólo espero que la gente tome conciencia de su vida y de la de los otros, de su vida y de la vida del planeta, de la Madre Tierra. Que abramos los ojos y veamos fuera de lo que queremos ver, que veamos más allá de lo que una pantalla quiere que veamos, que veamos el sufrimiento humano, que a veces no está tan distante, como al pensar en África. A veces lo tenemos en la vereda de enfrente, en la casa de al lado, en el departamento de arriba, o incluso en nuestra propia familia. Despertemos, no sigamos ciegos ni inhumanizados. Quitemos la agresividad, la inconsciencia, seamos más que una parte más de una masa inerte, y llenemos este mundo de amor y paz. Tendamos una mano de ayuda al que sufre, compartamos lo que tenemos, pidamos ayuda cuando no podamos más, seamos sinceros, no nos engañemos a nosotros mismos ni al resto, seamos fraternos... amémosnos.
Aprendamos día a día de nuestros errores, crezcamos, seamos mejores personas. Escapemos de las garras y de la seducción del consumo, y disfrutemos del día a día. ¡Pero no de ese día a día inconsciente, destruyendo y autodestruyéndote a ti mismo! El vivir el día a día no significa drogarte, alcoholizarte lo que más puedas, tirarte la mayor cantidad de mujeres u hombres, no significa gastar y regastar y despilfarrar todas las cosas. ¡No! ¡Y cien veces no! Significa sentir el amor como nunca antes lo has sentido, ser capaz de apreciar esos pequeños detalles que cualquier día pasarían desapercibidos. Poder apreciar la belleza del amor de una pareja, el baile y el canto de las aves que aún logran vivir en la ciudad, disfrutar el dulce sabor de la fruta que estás comiendo, disfrutar de la compañía y el amor de quien tienes al lado. Apreciar y aprender de la experiencia de los otros, tomar la palabra del otro como una vivencia significativa, como una historia en la que hubo pensamientos, sentimientos y sensaciones auténticas. Apreciar al otro por lo que es, ¡porque está vivo!, y ¡no estás solo! Agradecer y disfrutar del aire limpio que te lleva el viento, disfrutar del cariño incondicional y sin exigencias que te da tu perro, ¡tu perro! Que tan sólo con un hueso y un poco de tu cariño lo haces el más feliz del mundo. Disfrutar del agua fresca, el verdadero oro de la vida, que lamentablemente en unas décadas será el bien que más escaseará, y las guerras no serán por petróleo sino por ¡agua! ¡Disfrútala! ¡Siéntela! Eso y mucho más, para mí, es vivir el día a día.

Querido lector, que te has tomado el tiempo en este mundo ajetreado de leer estas líneas, te deseo un feliz año que comienza, lee bien, FELIZ. Espero que puedas apreciar lo que esa palabra significa, que de tantos clichés que nos invaden en nuestra vida las palabras pierden su fuerza. Te deseo un feliz año nuevo, mejor dicho te deseo una feliz vida.

Por último, me tomo unas líneas más para reiterar el agradecimiento a la mujer que amo, ya que sin ella, todo sería distinto, y no disfrutaría de la alegría que le da a mi vida.

Hasta la vista.