Tantas almas derrotadas y afligidas, añorando una sonrisa y un abrazo, no más individualismo y competencia.
Tantos sueños eternos.
Tranquilos. Algún día llegará nuestro tiempo, en donde podamos mirar al cielo, respirar hondo el aire puro, y con una sonrisa sentir los rayos del sol en nuestra cara, en un mundo libre, humanitario y feliz.
1 comentario:
No quiero que me guie la esperanza en el día a día, pero la verdad realmente espero aquello que escribes.
Publicar un comentario