viernes, 1 de julio de 2011

Lo entiendo como un acto de amor

Hoy en mi escuela se estaba evaluando si nos adheríamos a las movilizaciones estudiantiles nacionales paralizando las actividades, tomando en cuenta que ya estuvimos un mes en toma debido a una lucha interna con lo cual logramos la renuncia de la directora, la reincorporación de un compañero expulsado injustamente y lo más trascendental, la triestamentalidad, democratizar nuestra escuela. Por otra parte, dadas las contingencias nacionales sobre la crisis de la educación chilena, todas las carreras de nuestra universidad están tomadas o paralizadas, donde ya llevan un mes y una semana aproximadamente en esta situación.

En el claustro triestamental se iba a discutir y posteriormente votar cómo nos movilizaríamos. Todos estaban de acuerdo de que la educación de mercado ya no puede seguir y que la educación gratuita y de calidad es el objetivo superior. Se procedió entonces a la votación, primero se voto si paralizábamos o no, ganando la paralización por amplia mayoría, luego se procedió a votar la modalidad del paro, las opciones eran: 1) paro indefinido, 2) paro focalizado con clases en la mañana y actividades en la tarde y, 3) paro dos días a la semana. Finalmente la opción escogida fue la de paro focalizado.

El problema supuestamente era que la mayoría no participaba de las instancias de discusión y de trabajo con respecto a la movilización debido a que todos estaban agobiados con la carga académica, llenos de trabajos, pruebas, clases, ayudantías, etc. Algunos argumentaban que para movilizarse y participar no necesariamente había parar las actividades académicas, sino que se podía idear una forma de complementar las actividades académicas junto con la adhesión y participación de las instancias de movilización.

En contraparte, para los partidarios de paro indefinido (me incluyo) era una contradicción estar movilizado en contra del sistema educacional y al mismo tiempo estar reproduciéndolo asistiendo a clases, para mí es un sinsentido y la postura del paro focalizado es “ni chicha ni limoná”.

Se apreciaba el miedo de una parte de la comunidad estudiantil de perder más clases por el hecho de que ya estuvimos parados cerca de un mes (lo mismo que lo que las demás carreras llevan ahora movilizadas) y por lo tanto perder el semestre, el año, las vacaciones, etc. Ligado a esto también se argumentaba el hecho de que los estudiantes que no viven acá, implicaría más gastos a las familias durante ese tiempo extra de verano, además de que se estaba pagando por una educación y que se quería aprovechar ese gasto, pero ¿no estamos luchando justamente para que estas cosas no ocurran, para tener una educación donde no haya que endeudarse y que las familias no se desangren para poder pagar la educación de sus hijos? Es cierto, todo lo anterior es un gran sacrificio, pero sin sacrificio no hay victoria, nadie nos va a regalar nada, y si queremos triunfar hay que asumir las responsabilidades y con eso sus consecuencias, sus sacrificios. Los compañeros de las otras carreras van a sufrir las mismas consecuencias pero están firmes y dispuestos a asumir las consecuencias que conlleve las movilizaciones. No podemos ser menos.

A mí parecer falta superar el individualismo, basta de pensar solamente en los beneficios y costos que me va a producir la movilización (y todo en general), porque a todos nos va a afectar. Personalmente creo que esto es un acto de generosidad, es un acto de amor para con todos aquellos que se está luchando. Yo estoy dispuesto a perder un año de mi vida, un año de mis estudios si es que es necesario por un bien mayor, por un bien que va a beneficiar a toda la sociedad, a cada uno de nosotros, a hermanos, sobrinos, hijos, nietos, etc. ¿Si te dijeran que mañana la educación fuera gratuita y de calidad con la condición de que pierdas un año de estudios, no lo harías? Pero la realidad no es tan simple y fácil. ¡Para conseguir las cosas hay que luchar por ellas!

Hay que aunar fuerzas y entre todos sacar esto adelante, y entre nosotros mismos apoyarnos. Si en el verano un compañero no puede pagar el arriendo, los que son de la zona pueden acogerlo en su casa (juntos podemos construir soluciones), si estamos juntos todos en esto, nos podemos apoyar entre nosotros y salir adelante.

Hago el llamado a luchar por esta causa justa, a romper las barreras del individualismo y velar por intereses superiores más que los propios, ya que nos va a beneficiar a todos. Pero para esto hay que estar dispuesto a aceptar y asumir los sacrificios que entre todos, los podemos sobrellevar apoyándonos unos a otros.

Ahora más que nunca tiene que primar el amor.

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