martes, 8 de diciembre de 2009

Llanto de una alma inocente

No entiendo, supuestamente deberían amarse y en vez de eso se maltratan, se odian, se dañan y hieren. No entiendo. Se olvidan que estoy aquí al lado, entremedio de ellos, pero como son grandes, adultos, maduros, no me ven porque soy muy pequeño, desaparezco de la vista, y el odio y el dolor les nublan todo juicio. Pierden el control y me empujan, me dañan, me lastiman. No escuchan mi llanto, mi desesperación, mi terror, debido a que sus gritos, sus alaridos, sus ladridos son tan fuertes, tan furiosos, tan voraces que opacan, que destruyen cualquier canto, cualquier risa, cualquier llanto.

Se han olvidado de mí, me alejo aterrado, ver a las personas que alguna vez se amaron, lastimarse tanto, odiarse tanto, no tiene consuelo, no tiene razón. El mundo de miles de colores, hermoso, brillante, radiante, se ha oscurecido, se ha sumido en tinieblas y todo se ha vuelto gris y frío. Ese color hermoso de la vida que me enseñaron a descubrir, a apreciar y a soñar, se ha desvanecido, se ha extinguido por culpa de los mismos que me mostraron todo lo hermoso y todo lo valioso de la vida.

Y eso tan valioso, eso que alguna vez llamaron amor, ¿dónde se ha ido? ¿Alguna vez existió eso que ahora parece tan extraño y tan lejano? Creo alguna vez haberlo sentido, haberlo vivido, pero ahora, creo que sólo fue una ilusión, un lindo espejismo, un engaño de la vida.

En este escenario triste, doloroso, cargado de odio y rencor, no puede haber cabida para eso llamado amor, ese sentimiento, emoción, vivencia, lo que sea que fuera, no existe aquí, toda ilusión, toda esperanza se ha disipado, el ambiente cargado de dolor e ira no deja cabida a nada más que eso.

Se han olvidado de mí, no recuerdan mi presencia, han cerrado su vista y sólo en ella cabe el dolor y el rencor.

Y el fruto de un amor olvidado, está al lado, aterrado, sufriendo por algo que no entiende, por algo que no comprende y no comprenderá, sólo sabe que lo aterra, que lo asusta y que no le gusta. Conoce por primera vez la verdadera vida y como un balde de agua fría la realidad cae sobre él y es tan desconcertante, tan doloroso, tan impactante, que apenas puede soportarlo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola... paso para decirte que me gustaron mucho tus poemas y breves narraciones, la forma en que escribes y especialmente sobre lo que escribes.

Saludos.
Evermore.

Clau dijo...

:O
Hola! ...es la Clau Venegas :)
Antes, por muchos años, yo también tenía un blog, pero lo borré :S

..En este post hablas de tus papás? Me suena tan conocida esa sensación...
Los míos se separaron hace unos años, pero el rencor entre ellos aún intoxica todo. Y sucedió que nunca supieron sacarme de en medio. Antes de que se separan, siempre me entrometían en todo, tuve que ser mediadora, mamá y amigas de ambos, aunque yo nunca quise... escuché cosas que uno hijo no debería escuchar, ¡que nadie que no pertenezca la relación debería escuchar! Y me han dejado, así como a ti, pensando cómo tantos problemas pueden ser producto de lo que alguna vez fue amor :/

...Creo que lo mejor que pude hacer (aunque sea tan difícil, porque uno siente la responsabilidad de unir lo que se está deshaciendo) es alejarse, estar lo menos posible entre tanto caos que no tiene nada ue ver con uno.

Mil cariños, ánimos y fuerza para tiiiii :)