miércoles, 12 de agosto de 2009

Ondas Sonoras

Estoy flotando, apartado de todo, sin contacto, sólo conmigo mismo. Llega despacio, cada vez haciéndose más presente, hasta que me envuelve por completo. No puedo más que cerrar mis ojos, y dejarme llevar al compás de sus movimientos. Siento como penetra por cada poro, por centímetro de mi cuerpo. Mi piel tiembla y se eriza, siento correr muchos escalofríos a lo largo de mi cuerpo. Pero a pesar de eso, es placentero, más que cualquier cosa. Un placer indescriptible, tan sólo lo siento alrededor de todo mi cuerpo y dentro mío, llegando a los lugares más profundos e inexplorados. Cada onda produce un efecto distinto en mí, y también provoca que surjan distintas emociones mientras me invade. Alegría, ira, tristeza, euforia, desprecio, melancolía, furia, y muchas más. No quiero que acabe pero sé que en algún momento llegará su final y me dejará sólo con mis recuerdos de tales sensaciones tan únicas y placenteras. De repente siento que la fuerza disminuye y que lentamente me empieza a abandonar, pero no se aleja de mí, si no que muere en mí. Simplemente su fuerza va disminuyendo y aún envolviéndome va desapareciendo poco a poco. Siento el placer aún intenso hasta que desaparece por completo, pero el placer y las sensaciones persisten por un tiempo.

Siento que necesito de esas sensaciones nuevamente y simplemente pongo la canción de nuevo.

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