domingo, 9 de enero de 2011

Plantando un Árbol

Abramos la dulce tierra
con amor, con mucho amor;
es éste un acto que encierra,
de misterios, el mayor.

Cantemos mientras el tallo
toca el seno maternal.
Bautismo de luz da un rayo
al cono piramidal.

El Señor le hará tan bueno
como un buen hombre o mejor;
en la tempestad sereno
y en toda hora, amparador.

Te dejo en pie. Ya eres mío,
y te juro protección,
contra el hacha, contra el frío
y el insecto, y el turbión.

A tu vida me consagro;
descansarás en mi amor.
¿Qué haré que valga el milagro
de tu fruto y de tu flor?


Gabriela Mistral (1889 - 1957)

1 comentario:

Fëanor dijo...

Muy hermoso, cálido y profundo... Tal como la Tierra.