viernes, 2 de abril de 2010

Al caer la noche

Es esa típica ilusión del enamorado. Se haya en esos mundos extraños e ideales de sus sueños y fantasías.

Está solo en su casa, es de noche y no sabe que hacer. Tan sólo piensa en ella, y nada más. Piensa cuando ha estado con ella, y de cuando no lo está. De cuando la mira, y ella a veces cruza su mirada con la de él.

De cuando como hipnotizado sigue el compás de sus movimientos.

No deja de pensar en ella. Ella es su mundo, abarca toda su realidad.

Sobretodo imagina que en ese mismo instante, donde él pasa minuto tras minuto pensando en ella, tocan el timbre y sorpresivamente es ella de visita. Su felicidad y su asombro no pueden ser más inmensos, e imagina todas las cosas que harían juntos y lo felices que serían.

Pero de pronto por casualidad mira el reloj en la pared. Ya es tarde, pasado las tres de la madrugada, y mañana hay que levantarse a trabajar.

Se da cuenta que todo eso, son tan solo sueños y fantasías producto de su desesperada imaginación. Eso es todo. Tan sólo en su imaginación podrá tenerla a ella.

Por fin se decide, apaga las luces y se va a dormir.

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