viernes, 5 de septiembre de 2008

Inestabilidad

Las cosas nunca están quietas, siempre se encuentran en movimiento y constante cambio, por lo que, lo que realmente importa es si ese cambio es para mejor o para peor.

Muchas veces hemos soñado en algún momento de nuestras vidas, con que cierto momento dure para toda la vida, motivado por distintas emociones, donde generalmente uno se siente abrumado de felicidad y lo único que deseas en el mundo es que ese momento y esas sensaciones duren por siempre. Pero lamentablemente esto nunca pasará y en el constante cambio, nunca podremos vivir esos momentos nuevamente, quizás sensaciones similares, pero nunca igual a la anterior.

Esto ocurre en todos los ámbitos de la vida, nada se escapa a esta regla de la vida.

Esta irregularidad en la vida, a muchos los llena de inseguridad y temor, y muchos desearíamos que tales momentos duren para siempre y no volver a preocuparnos, no volver a vivir momentos de tristeza, desilusión y momentos negativos en general. Pero, ya que, en la vida y la naturaleza hay tendencia al equilibrio, ha de haber un ciclo, el ciclo de la vida, y aunque en estos momentos lo estemos pasando pésimo, en algún momento futuro, la alegría y la felicidad deberá volver a nosotros, o al menos en eso confío.

En las relaciones sociales, de pareja, amistad, o del tipo que sea, esto ocurre también. La relación tendrá momentos de éxtasis y momentos de dificultades y tristezas, a uno le gustaría que siempre se pudiera tener sólo momentos de felicidad, pero esto no es así, y algunos niegan esta realidad y sólo viven la "parte buena" de la relación, porque cuando comienzan las dificultades, simplemente arrancan. Yo no soy nadie para criticar tales conductas, total es la vida de cada uno y él sabrá si hace lo correcto o no.

A veces estas relaciones se vuelven insostenibles, y el diario vivir se hace insoportable pero el mismo sujeto no se atreve a cambiar esto por miedo a la inseguridad que nos trae el futuro y no poder saber si la decisión que tomaremos será buena o mala. Muy fácil se nos haría tener una bola de cristal y poder ver la consecuencias de cada uno de nuestros actos y así poder tomar las decisiones que nos parescan mejor, y por consiguiente poder llegar a nuestra felicidad, pero la imposibilidad de eso, nos lleva a la ya mencionada inseguridad y temor al futuro.

Pero ¿qué hacer en estos momentos?. Según Humberto Maturana, nosotros los humanos nos movemos y dirigimos nuestras vidas, tomamos nuestras decisiones basándonos en nuestras emociones, aunque no nos demos cuenta, debido a que muchas veces lo hacemos de forma inconsciente, es decir, las emociones son las que dirigen nuestra conducta. Esto porque aunque a veces hagamos cosas que nos desagradan, en ese caso estamos actuando para evitar alguna consecuencia desfavorable, por lo que también nuestras emociones en este caso dirigirían nuestra conducta. Le encuentro mucha razón, debe ser inevitable, aunque muchas veces no nos demos cuenta debido a que nuestra cultura nos promueve a ser lo más racionales posible y censurar nuestras emociones, generalmente catalogándolas como ser débil. Tampoco hay que quitarle toda responsabilidad a la racionalidad, debido a que esta también es parte del ser humano, pero quizás en muchas ocasiones en que creemos que estamos siendo racionales, inconscientemente estamos siendo emocionales.

Sólo nos queda vivir nuestra vida, día a día y poder disfrutar al máximo el momento presente, sea triste o feliz, hay que vivirlo en su máximo esplendor, y dejar que las emociones invadan nuestra vida, ya que eso somos, ¿seres humanos racionales?, no lo que nos caracteriza realmente es que somos seres humanos emocionales. Viviendo el día a día, el minuto a minuto podemos contrarrestar esa terrible inseguridad y malestar que constantemente nos aqueja con respecto a nuestro futuro y todo lo que la cultura ha inculcado en nosotros. Con el vivir el día a día, no me refiero -como muchas veces se confunde- a destruirse y vivir una vida totalmente descontrolada y pasarlo bien todo el rato, eso sería suicidarse de manera progresiva, con el vivir el minuto me refiero a disfrutar los momentos en cuanto a sensaciones y emociones y saber valorar lo que la vida nos ofrece en ese instante; un lindo paisaje, una buena canción, buena compañía, momentos de soledad y reflexión, etcétera. Tampoco significa el no proyectarse a futuro, ni fijarse metas u objetivos, ya que, debemos darle dirección también a nuestra vida. Pero no sumergirse en eso, y prácticamente, vivir en el futuro, en lo que tengo que hacer y todo eso, o en el pasado, en lo que hice y no estuvo bien; ¡no! hay que vivir el presente, de la forma que mencione antes.

Ya saben amigos vivan minuto a minuto y en cada momento podrás encontrar signos que te enseñaran los aspectos hermosos de la vida.

¡Carpe Diem!

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