miércoles, 13 de agosto de 2008

Los últimos momentos

El final había llegado. Me pregunto cuántas personas en los milenios anteriores habrán pensado quién sería el último. Muchos habrán pensado, meditado o imaginado este momento, pero por su suerte sólo llegaron a eso, no como yo, que desgraciadamente me toca vivirlo.

Pero bueno, ya nada más puedo hacer, tengo asumir el precio por todas las cosas cometidas por mi especie, injusto, pero ¿cuando alguna vez hubo justicia?. Si eso que en tantos discursos y sermones se utilizó realmente existiera, no habríamos llegado a esto.

El escenario era terroríficamente maravilloso, un espectáculo inigualable, y que a pesar de lo triste que representa, se puede ver en su máxima extensión la belleza de la destrucción y el caos.

Fuego, tierra, rocas, rayos, todo desplegando su furia y tratando de imponerse sobre el resto, y yo un mísero humano en medio de semejante lucha de poder y destrucción. Cada vez quedaba menos para mi despedida, pero a pesar de eso, me sentía tranquilo, quizás la tranquilidad de saber que hice lo posible por mejorar la situación,pero que a pesar de mis esfuerzos, cuando empecé la lucha ya estaba perdida, simplemente milenios de atropellamientos y ofensas a la naturaleza, no se pueden arreglar en unos pocos años de vida.

Aún veo algunos de los pocos cuerpos de los últimos seres que me acompañaron en estos últimos momentos, sus almas tienen la suerte de estar ya descansando, pero yo tengo la dicha de presenciar el último de los espectáculos ofrecidos en el escenario de la tierra.

El cielo, negro y rojo, furioso lanzando rayos y rocas, contra la hermosa cara que alguna vez tuvo nuestro planeta. El ruido ensordecedor me anuncia que ya está acabando todo esto, y por mi mente aparecen imágenes de lo que alguna vez mi esperanza ilusionó a mi alma. Un carruaje tirado de blancos caballos alados descendiendo del cielo, viene a buscarme, el último de los seres vivos en la Tierra, para llevarme a un lugar mejor y poder sobrevivir la especie. Un meteorito que cae estruendosamente a pocos kilómetros míos, me despierta de mi fantasía y recuerdo que esas cosas maravillosas y de finales felices sólo ocurren en los cuentos de hadas.

Muchas veces pensé que llegado este momento entraría en la desesperación total, y me imaginaba lo horrible que sería, pero para mi sorpresa una tranquilidad me envuelve. Quizás porque esto era inevitable, aunque estoy seguro que alguna vez esto se pudo por lo menos prolongar por mucho tiempo más, pero ya está, la estúpida inteligencia del ser humano nos llevó a esto y pobres seres inocentes en todo esto, tuvieron que pagar por la imprudencia de nosotros.

Desde el principio de los tiempos se habló sobre el fin, sobre este preciso momento, sobre cómo Dios nos anunciaba el termino de nuestra existencia, el famoso apocalipsis, pero sólo hablaban puras porquerías, si se hubieran dado cuenta que todo esto iba a ser producto de ellos mismos, se tragarían todas sus palabras.

Sólo me queda esperar a que llegue mi hora, mientras tanto seguiré viendo el magnifico show que hemos preparado, la destrucción y el caos en su máximo esplendor, me gustaría que estuvieran aquí todos esos hijos de puta que quisieron fomentar la maldad y el terror en todos nosotros, verles las caras de aterrorizados y mostrarles lo que su estupidez e "inteligencia" provocó.
Pero bueno, nada más queda por hacer.
Veo en el cielo que un meteorito gigante se dirige hacia mi lugar, por fin ya todo terminó, nada más se pudo hacer, no habrá perdón para nosotros, y justamente la madre tierra nos castiga eliminándonos de su superficie.

Una luz cegadora aparece sobre mí, ¿viene Dios a salvarme?
No, es sólo el meteorito que está a metros de mí.

1 comentario:

Fëanor dijo...

Si, también me ha pasado lo del agua jaja, bueno y en general con el deporte da hambre...
Leí el relato del escape y me pareció bastante entretenido, me dio la sensación de juego de rol y en el escape por un momento me imagine a algún inígena americano, buen trabajo en general. Cuando lea el otro opino.
Saludos pa tus muelas...