Espera de Esperanza.

Está sentado frente a la mesa, se siente cansado por el intento fallido de la tarde recién pasada. Alrededor hay un poco de gente, pero solo ha estado y solo estará.

En algunos momentos surge una tenue esperanza de que la luz llegue e ilumine su corazón, pero no es más que eso, esperanza.

Mira un poco más allá, y su mirada es seducida por la maravillosa e irrepetible danza de las llamas. Largo tiempo se mantiene hipnotizado por su ardor, pero una molestia conocida lo saca de su trance. Su cuerpo le recuerda que sigue vivo, y que tiene tareas por cumplir, algo que darle al estomago es lo mínimo que diariamente puede hacer, pero en este momento no ve la manera de como cumplir.

Un poco de frío lo azota una vez más, y el fuego hipnotizador pareciera que pierde se efectividad. Un sentimiento de tristeza surge del más allá, y es porqué sabe que la larga espera se prolonga sin saber nunca cuando cesará.

Sólo le queda su esperanza que le da una pizca de fuerza para seguir esperando, porque cuando esperas por toda una vida, no tienes más opción para poder seguir viviendo que aferrarte al verde esplendor de la esperanza o sucumbir en el intento.