domingo, 19 de septiembre de 2010

Al tiempo de una despedida II

Una vez más en una situación similar. Ya habíamos pasado por esto tiempo atrás. Imposible de olvidar.

Pero esta vez era distinto, nuestra historia ya había comenzado. Los sentimientos eran los mismos, tristeza, impotencia. Las circunstancias de la vida una vez más nos separaban, te tenías que ir y no podía ser de otra manera. Tal como la vez anterior.

La vez anterior quería creer que te querías quedar junto a mí, pero ahora sabía que te querías quedar; disfrutar los días juntos y hacer todas las cosas que conversamos mirando al cielo un día por la tarde, mientras la brisa marina nos acariciaba. Pero ya había hora de partida, y el tiempo pasaba, minuto a minuto, segundo a segundo.

Podía apreciar tu cara triste e impotente, resignada. Nos teníamos que separar. Abrazos y caricias. Esta vez era distinto. Esta vez eramos algo.

Ya llegaba la hora de la despedida. Pero esta vez ya no existían mis temores, tan sólo la tristeza por no poder tenerte cerca. Esta vez nuestra historia ya había comenzado, y esta vez si hubo un beso de despedida, que confirmaba nuestro amor.

Y también esta vez sólo hubo pasaje de ida, pero ahora yo sabía que ibas a volver, el miedo ha perderte no existía, el amor entre nosotros me afirmaba que regresarías.